A lo largo de estos años, nos hemos encontrado compartiendo la tarea con compañeros docentes muy comprometidos con su labor en el aula, pero también, con un compromiso gremial innato; representando de manera entusiasta la voz de sus compañeros.
Estos representantes naturales, que promovían la afiliación al Sadop, llevaban inquietudes al Sindicato para luego capitalizarlas o buscaban la participación siempre que se los convocaba; fueron de a poco ubicándose en el rol del futuro Delegado.
Entendieron, por su vocación y compromiso, que la militancia no es una “mala palabra”, sino que se ha malentendido; y que ser Delegado no es una postura; sino, en definitiva, una manera de ver y hacer las cosas.
La figura del Delegado no es decorativa, conlleva el afán de mantener unidos a los compañeros trabajadores; de fortalecer el diálogo, fomentar la solidaridad, participar constantemente de las acciones del Sindicato, asistir a reuniones, capacitaciones y convocatorias; conocer la legislación vigente. En síntesis, la voluntad de cumplir eficientemente la profesión y la aptitud gremial.
Por ello, desde el Sadop, reivindicamos a todos aquellos compañeros de la Provincia de Río Negro que, desde su rol de Delegados, han sabido llevar esa tarea con orgullo, respeto y compromiso, sin falsas posturas ni beneficios personales.
Gracias Delegados, ustedes hacen el Sadop.