En reiteradas ocasiones el Sadop informó a las instituciones educativas sobre la existencia de las irregularidades, pero poca o ninguna respuesta se obtuvo a cambio. En ningún momento las autoridades de los establecimientos han intentado un acercamiento para poner al día la deuda que mantienen con la organización; deuda que resulta del dinero descontado o que se debería descontar a compañeros afiliados. En algunos casos la deuda data de hace más de un año.
Partamos de la base de que, el que debe, sabe que debe y debe acercarse, dar la cara y llegar a un acuerdo. El Sadop siempre tuvo y tendrá las puertas abiertas al diálogo.
Pero algunas instituciones educativas se creen con derecho a determinar nuevas reglas para lo ya establecido, acordado o legalizado.
Se creen con derecho a manejar a su antojo los intereses de trabajadores y su dinero.
¿No sería hora de dejar de jugar y entrar de una vez por todas en el mundo de los adultos, haciendo las cosas que corresponden, según manda la ley, entablando el diálogo y resolviendo las cosas?
Laura Chebeir
Secretaria General, Sadop Río Negro